14 de diciembre, 2015

CONAF inauguró la remodelación del parque urbano del Museo Mapuche de Cañete

El parque fue ejecutado a través del programa de arborización + Árboles para Chile.

Con un guillaimawun, ceremonia de agradecimiento del pueblo mapuche a la Madre Tierra y a los espíritus del territorio, la Corporación Nacional Forestal, CONAF, y el Museo Mapuche Ruka Kimvn Taiñ Volil Juan Cayupi Huechicura de Cañete, inauguraron este medio día la remodelación del parque urbano que, gracias al programa de CONAF + Árboles para Chile, cuenta con más de mil árboles y arbustos nativos, juegos infantiles y mobiliario con diseños inspirados en la cosmovisión mapuche.

Este proyecto emblemático de la Corporación fue ejecutado gracias a un convenio de colaboración firmado con la administración del Museo Mapuche de Cañete, perteneciente a la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, Dibam, donde se incorporó la participación de dos comunidades mapuches Francisco Calbul y Comunidad Epullan-Huape, además del aporte del Grupo Saesa.

La ceremonia inaugural contó con la presencia del alcalde de Cañete, Abraham Silva; el director ejecutivo de Conaf, Aarón Cavieres; el director nacional de la Dibam, Ángel Cabeza; el seremi de Agricultura, Rodrigo García; la directora del Museo Mapuche, Juana Paillalef; loncos y otras autoridades locales.

En la oportunidad, el director ejecutivo de, CONAF sostuvo que el trabajo efectuado en el sector “integra a un museo donde se recoge todo el patrimonio histórico cultural del pueblo mapuche, donde además se integra el patrimonio natural; y al hacerlo, también se agrega la mirada cultural mapuche. De hecho, existe un área de juegos, donde se ha tomado particular atención en recuperar la mirada mapuche, a través de las figuras de serpientes, por ejemplo, que son parte importante de la tradición mapuche. Y es que aquí hay un trabajo muy destacable, porque estamos integrando la parte natural que estaba con escasa presencia acá. La diversidad de especies, tanto arbóreas como herbáceas, que va a tener este parque lo va a hacer un lugar digno de admiración y que va a ser un muy buen espacio de encuentro para la comunidad, que es objetivo de nuestros parques”.

Para el director nacional de la DIBAM, Ángel Cabeza, “la mayor importancia de este proyecto es la contribución que se está haciendo a la comunidad local, de un trabajo conjunto con el pueblo mapuche, con distintas autoridades y sobre todo con el museo. Y aquí estamos integrando naturaleza y cultura mirando al futuro. Así es que, cuidemos este parque, un espacio de educación y un espacio de encuentro”.

Además, el directivo agregó que con la remodelación de este parque queda en evidencia que, “las instituciones del Estado están al servicio de la comunidad, lo que se refleja en el aporte que se está haciendo a nivel local a través de la unión de mano de obra local e institucional para reestablecer parte de la vegetación nativa que antiguamente existió en las inmediaciones del parque”.

Junto con destacar y valorar públicamente el mejoramiento del lugar con árboles nativos, el lonco José Calbul, de la comunidad Francisco Calbul, de Tucapel Alto, dijo sentirse muy satisfecho por haberse considerado la opinión de las comunidades mapuches en todo lo concerniente al proyecto: “Nosotros nos sentimos bien, porque el Museo Mapuche ya es de nosotros. Como se cambió de nombre ya lo sentimos nuestro y de ahí nuestra felicidad”.

El remodelado parque permitirá a los más de 2500 visitantes que anualmente visitan las dependencias del museo disfrutar de 4 hectáreas con especies tales como canelo, coihue, raulí, notro, olivillo, entre otros, además de contar con espacios ceremoniales como una cancha de palín y un guillatuwe, lugar donde se realizan las rogativas de las comunidades mapuche.

Una de las iniciativas más interesantes que se desarrolló en las inmediaciones del parque fue el establecimiento de una huerta comunitaria, la cual esté emplazada en 0,25 hectáreas donde se instaló una verdadera huerta rural, donde los visitantes del museo podrán apreciar las diferentes etapas del proceso de siembra, cultivo y recolección de productos típicos que consume y utiliza el pueblo mapuche.

En dicha huerta, los integrantes de las comunidades plantaron diferentes tipos de papas, flores, plantas medicinales y hortalizas que cultivan en este este espacio, comprometiéndose a trabajar en su cuidado para que los turistas puedan apreciar su trabajo y ellos mismos puedan disponer de los productos cultivados durante la realización de las ceremonias que constantemente realizan al interior del museo.

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