6 de octubre, 2014

Comunidad de Jahuel combate la sequía a través de manejo de bosque nativo

Con asesoría de la agrupación ha obtenido ganancias por la venta de quillayes y espinos. Además, al disminuir la biomasa de estos ejemplares de manera sustentable, ha contribuido en la lucha contra la escasez hídrica en la provincia de San Felipe.

En el año 2012, la Comunidad Agrícola Campo Jahuel presentó un plan de manejo de bosque nativo para 45 hectáreas de un predio de su propiedad, ubicado en la comuna de Santa María, provincia de San Felipe, tras recibir asesoría técnica por parte de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), institución que les preparó el plan de manejo e indicó cómo obtener ingresos por la venta de quillayes y espinos, además de una bonificación estatal a través de la Ley 20.283, si realizaban raleos  y podas ecológicamente sustentables de ejemplares arbóreos.

Estas faenas silvícolas comenzaron a ejecutarse este año, luego que la agrupación contactara a la empresa Natural Response para que las llevara a cabo, puesto que sus integrantes carecían de los conocimientos y las herramientas para realizarlas. Para ello elaboraron un contrato con la firma, dedicada a la venta de productos hechos con la saponina del quillay, que además de definir las ganancias para cada parte,  garantiza que las labores se efectúen según las observaciones de CONAF, con el objetivo de acceder a las bonificaciones que otorga el Estado por el manejo adecuado de bosques nativos.

Según explicó el jefe provincial de CONAF San Felipe – Los Andes, Jorge Burgos, el bosque de Las Mesetas  (propiedad de la comunidad agrícola) “se transformó en un plan piloto, que persigue mejorar la biomasa de quillay y espino, y también generar productos para grandes y pequeñas empresas. De acá están saliendo dos: madera de quillay para taninos que van a una compañía de exportación (Natural Response) y otro que, por medio de pequeños propietarios, es transformado en carbón y colocado en el mercado local”.

“Por otra parte, este plan de manejo postuló al Fondo Concursable de la Ley N°20.283 del Bosque Nativo, de manera que si todo se hace bien habrá una bonificación, seguramente el próximo año, superior a los 9 millones de pesos, la que se sumaría a los ingresos que la gremio campesino obtiene por los productos que está sacando, tanto del quillay como del espino”, agregó.

Asimismo, Burgos destacó que la extracción controlada de biomasa boscosa contribuirá en la lucha contra la falta de precipitaciones en la zona. “Este plan de manejo va dirigido a enfrentar la escasez hídrica que atraviesa la provincia, y por eso se transforma en un procedimiento inédito que esperamos extender y promocionar, considerando la enorme cantidad de superficie que tienen los comuneros agrícolas, que son pequeños propietarios en el Valle del Aconcagua”.

En ese sentido, detalló que “en el estrés hídrico que están los bosques, que acá se refleja en la sequedad de la vegetación, este tipo de manejo silvícola pasa a tener un carácter casi de salvataje”, agregando que el objetivo es “podar muchos de los vástagos de los árboles que están absorbiendo agua y dejar los mejores, como una apuesta para que este bosque sobreviva y se vitalice”.

“Como resultado final vamos a tener un bosque mejorado en todos sus aspectos: de biomasa, de forma, de podas sanitarias. Y, por otro lado, una comunidad agrícola que va a ver que obtuvo ingresos”, aseguró.

Por su parte, el presidente de la Comunidad Agrícola Campo Jahuel, Rubén Muñoz, reconoció que “nos costó bastante aceptar este plan de manejo, porque no sabíamos qué se le iba a hacer al bosque”, acotando que “CONAF nos pasó muchos videos e información y al final nos decidimos”.

“Natural Response  tiene que ejecutar el plan de manejo para los quillayes y espinos de acuerdo a los parámetros definidos por el organismo forestal, dependiente del Ministerio de Agricultura. Para ello tuvimos que buscar una persona que estuviera aquí,  fiscalizando lo que iba bien y lo que no, pero como no encontramos a nadie, yo mismo realizo este trabajo tres veces a la semana”, relató Muñoz.

Sobre la participación de la empresa privada en el plan de manejo, el extensionista forestal de CONAF Región de Valparaíso, Osvaldo Arce, detalló que “la comunidad no tenía la capacidad operativa para ejecutar este proyecto, ya que  no se dedicaba al manejo de bosques ni al ámbito forestal, sino a que a la ganadería y la agricultura, por lo tanto tuvieron que recurrir a una compañía externa con esas condiciones”.

Sin embargo, aclaró que “a Natural Response le indicamos cómo llevar a cabo este plan de manejo, pero no recibirá parte de la bonificación; ésta irá íntegramente para la comunidad y ella dispondrá de esos fondos que entrega el Estado por haber hecho un manejo sustentable de sus recursos”.

A su vez, Arce aseveró que el bosque de Las Mesetas –actualmente- se encuentra en estado de desmoronamiento y afectado por plagas como la escoba de bruja y el quintral, debido a la sequía que sufre la zona.

Para solucionar este problema, agregó, es necesario “extraer una cantidad de biomasa del bosque –la que esté en peores condiciones-, para conseguir así que la poca agua sea distribuida en una menor cantidad de biomasa dentro de cada uno de los árboles, dándole un respiro al espacio natural”.

En tanto, el Gerente Forestal y de Desarrollo Sustentable de la firma Natural Response, Javier González, explicó que “nosotros somos compradores de materia prima del quillay para la industria de extractos de esta especie. Nos comprometemos con el manejo propuesto por CONAF y la cosecha, para lo cual tenemos contratistas propios que realizan las faenas, según las peticiones técnicas del plan y del extensionista forestal”.

Consultado por el acuerdo que tienen con la comunidad agrícola, señaló que “el contrato es de compra en pie, lo que significa que nosotros asumimos los costos y las responsabilidades de cosecha, mientras que a ellos les damos un valor libre, neto, de ingreso por cada kilo o tonelada de madera”.

González sostuvo que “nuestra intención es tener relaciones a largo plazo con nuestros proveedores y directamente con propietarios, ya sean pequeños, medianos o grandes, para así abastecernos de forma periódica de la biomasa del quillay”. En ese contexto, agregó, “nuestra propuesta de trabajo calzó muy bien con lo que la Comunidad Agrícola Campo Jahuel quería”.

“Nuestro objetivo es asesorarlos, estar en contacto con ellos, tener un comercio justo y buscar cuando se pueda, hacer plantaciones en conjunto, porque no podemos depender sólo del bosque nativo como fuente de abastecimiento futuro”, finalizó.

Comunidad de Jahuel combate la sequía a través de manejo de bosque nativo.

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