18 de mayo, 2015

CONAF trabaja en temas de adaptación al cambio climático

Esta innovadora medida se inserta en el rol de los servicios ambientales bajo la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales de CONAF.

Existe una posibilidad cierta de que aun cuando se alcance un acuerdo vinculante entre los países en la próxima Conferencia de las Partes (CoP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), a realizarse a finales de año, en París, la magnitud de los compromisos que negocien y acuerden finalmente los países sea considerablemente menor a lo que se requiere para lograr que el aumento de temperatura del planeta no supere los 2ºC, el límite que los especialistas definen como razonable para no esperar eventos catastróficos extremos o cambios estructurales en los principales ecosistemas del planeta. Ante ese escenario, crece el consenso de que los países deben avanzar no sólo en sus estrategias de reducción de emisiones (acciones de mitigación), sino que simultáneamente deben también preocuparse de cómo a nivel local los ecosistemas físicos y humanos se adaptan a las nuevas condiciones de variabilidad del clima.

Chile tiene una condición de alta vulnerabilidad a los efectos del cambio climático, tal como se ha planteado en los planes nacionales de adaptación y como se ha comprobado en los eventos extremos ocurridos en el último tiempo, que van desde prolongadas sequías, lluvias torrenciales en zonas de baja a escasa precipitación, aumento de la tasa de incendios forestales hasta la aparición de nuevas plagas, entre otros. Estos fenómenos afectan principalmente a las comunidades más vulnerables a los impactos negativos de los mismos, por lo que resulta indispensable avanzar en la implementación práctica de medidas de adaptación climática en las zonas más vulnerables.

En este contexto, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), a través de la Unidad de Cambio Climático y Servicios Ambientales (UCCSA) de la Gerencia de Desarrollo y Fomento Forestal (GEDEFF), y con el apoyo técnico y financiero de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), se encuentra desarrollando -bajo la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (ENCCRV)- el diseño e implementación piloto de un marco metodológico para generar métricas asociadas a la adaptación al cambio climático y su vínculo con los ecosistemas forestales con énfasis en recursos hídrico y suelos, iniciativa que se compatibilizará y complementará acciones de mitigación que impulsa CONAF por medio de la ENCCRV.

Aarón Cavieres, director ejecutivo de CONAF, indica al respecto que “dada la creciente vulnerabilidad que presenta el país, especialmente en la interacción del sector silvoagropecuario, desarrollar iniciativas en adaptación cobra especial relevancia en vista del rol propositivo e innovador que la Corporación debe impulsar, donde el vínculo entre bosques y recursos vegetacionales como capa protectora representa un potencial sin igual en términos de un adecuado régimen hídrico y conservación de suelos, elementos ambientales que sin duda deben ser considerados a nivel de medidas adaptativas ante los efectos del cambio climático”.

En lo específico, este trabajo desarrollará un protocolo que permita identificar, monitorear y eventualmente certificar el desempeño de acciones o proyectos en cuanto a su contribución a la adaptación climática, usando las cuencas como enfoque subnacional y con el debido ajuste ante las vulnerabilidades locales. Parte esencial del trabajo tiene relación con el uso de métricas y líneas referenciales a nivel nacional que se elaboren para agua y suelos, las cuales constituirán el sustento técnico para otorgar retribuciones a comunidades dependientes en forma directa de estos ecosistemas y de los servicios ambientales que proveen.

Este trabajo será liderado por CONAF y tendrá el apoyo de un Secretariado Técnico compuesto permanentemente por el Ministerio de Medio Ambiente, a través de su Oficina de Cambio Climático, contando además con representantes de los estándares internacionales Verified Carbon Standard (VCS) y The Climate, Community & Biodiversity Alliance (CCBA).

Angelo Sartori, jefe de la UCCSA, resalta la importancia de generar marcos metodológicos estandarizados y validados internacionalmente para determinar a escalas nacionales o sub-nacionales líneas de referencia de recursos hídricos y suelos, pues es el punto de comparación con el que a futuro se podrán cuantificar beneficios de proyectos forestales en relación a estos componentes ambientales, empleando métricas que permitan la comparabilidad entre distintas iniciativas independientes de su ubicación en el territorio, lo que es la base técnica de programas que busquen valorizar no sólo aspectos productivos madereros de los recursos vegetacionales, sino también avanzar hacia esquemas de retribución, monetaria y no monetaria, respecto al desempeño que se verifique en terreno de elementos ambientales a monitorear en años posteriores.

El trabajo técnico será apoyado por un consorcio consultor compuesto por profesionales de la Bolsa de Clima de Santiago (SCX), Fundación FORECOS, el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), Global Adaptation Institute, CQuest Capital, Winrock International y especialistas en adaptación a nivel latinoamericano. Se espera que sus principales resultados estén disponibles el primer semestre del año 2016.

Aldo Cerda, de la Bolsa del Clima de Santiago, señala que “resulta altamente desafiante trabajar en un caso concreto de marcos metodológicos en adaptación climática, que sirvan no sólo para el propósito de diferenciar la reducción y captura de emisiones forestales de CO2 del país, sino también alimenten la nueva política pública en el ámbito forestal, desplazando el tradicional eje de producción maderera por uno de servicios ecosistémicos, lo que nos pondrá a la vanguardia de este tema a nivel regional”.

 

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