Uno de los aspectos que está impulsando fuertemente la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en torno a las áreas silvestres protegidas del Estado, es la accesibilidad universal, logrando que cada vez sean más las personas, especialmente niñas y niños, disfruten de las bellezas paisajísticas y también de los beneficios que tienen para la salud los parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales del país.
Y así quedó plasmado en la nueva actividad de baños de naturaleza que realizó CONAF Región de Biobío, en el Parque Nacional Nonguén, con el apoyo del Museo de Historia Natural, para niñas y niños del Programa de Familias de Acogida Especializada de la Fundación CreSeres.
La experiencia fue guiada por el guardaparques Alejandro Gajardo, la profesional de áreas silvestres protegidas Francisca Ravanal y la colaboradora Josefina Ortiz, todos con capacitación y experiencia en baños de naturaleza y grounding (práctica de caminar descalzo sobre la tierra), resaltando que todas las actividades se realizaron sobre la base de juegos, para que las niñas y niños mantuvieran siempre el interés.
Por ello, la actividad se centró en la atención plena, con un enfoque interactivo, donde participaron en actividades diseñadas para explorar los sentidos, como la caja del tesoro, que permitió recolectar objetos que les llamaran la atención, a través de sus sentidos de vista y tacto. Además, observaron y conocieron insectos como ciempiés y arañas pollitos, pudieron contemplar el cielo y los árboles, sentir aromas de peumo, tierra, musgo, boldo y poleo, y caminar descalzos para conectarse con la energía de la naturaleza y de la tierra.
La jornada finalizó con un refrescante baño en el estero de este parque nacional y compartiendo una merienda, respetando las reglas de nunca dejar basura en un área protegida, y con la aparición sorpresa de Forestín.
Para el guardaparques Alejandro Guajardo, esta actividad “demuestra el impacto positivo que la conexión con la naturaleza tiene en la salud y el bienestar de las personas, así como también en la formación de vínculos afectivos, especialmente en estas familias de acogida. A través de estas prácticas de salud, basadas en la conexión sensorial con la naturaleza, se fomenta el bienestar, el cuidado integral y la apreciación de la naturaleza, lo que a su vez sensibiliza sobre la importancia de conservar y proteger los ecosistemas naturales”.
Cabe destacar que en el ámbito de accesibilidad universal, actualmente ya hay 50 áreas protegidas del Estado, entre parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales, que están con senderos, zonas de merienda y servicios para personas en situación de discapacidad, entre los que se encuentra el Parque Nacional Nonguén, con un sendero para personas con discapacidad motriz y visuales de 350 metros lineales, que permite trasladarse por un costado del estero Nonguén y llegar a la zona de merienda.