Mujeres huilliche podrían mejoran su economía familiar gracias a programa de CONAF: “Nosotras Restauramos Nativo”

La iniciativa de CONAF es posible gracias al Plan Siembra por Chile, que entregó un financiamiento de 35 millones de pesos, para comenzar en cinco comunidades en la provincia de Osorno, con distintas actividades y capacitaciones en torno al bosque nativo.

En enero comenzó el programa piloto “Nosotras Restauramos Nativo”, financiado por el Plan Siembra por Chile y creado y ejecutado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que actualmente beneficia a cinco comunidades de mujeres huilliche, en la Región de Los Lagos, específicamente en la provincia de Osorno, las que viven y se vinculan con los bosques.

El programa tiene un financiamiento de 35 millones de pesos, y su objetivo principal es contribuir al incremento de los ingresos familiares de sus 45 beneficiarias, mediante actividades económicas y productivas, asociadas con la producción de plantas nativas, conservación o restauración de bosque nativo. Además, está considerado replicar el programa en otras regiones del país.

Para conocer los avances de esta iniciativa, la gerenta de Conservación de Ecosistemas Boscosos y Xerofíticos de CONAF, Contanza Troppa, junto al equipo técnico de la institución, visitó tres de las cinco comunidades beneficiadas, las que se han sido capacitadas en cuatro áreas: implementación de una infraestructura de vivero forestal; recolección de semillas de árboles nativos, técnicas de producción de plantas, mantención y mantenimiento del vivero; propagación de plantas de la especie michay rojo (Berberidopsis corallina), enredadera endémica de Chile en peligro de conservación; y capacitación en la técnica ancestral de la cestería voqui pilfuco.

“En el sector forestal, el Estado está al debe precisamente con este grupo, ya que la mayoría de los programas de fomento están dirigidos a quienes son titulares de la tierra, y en el caso del bosque nativo menos del 30% está en manos de mujeres. Con este programa, buscamos que las mujeres mejoren su economía familiar, pero en el largo plazo, otorgarles autonomía y que ellas sean capaces de administrar sus propios viveros”, indicó Contanza Troppa.

Además, agregó que “en las jornadas de terreno se pudieron observar avances y también recoger inquietudes sobre cómo poder proyectar este programa en otras regiones y comunidades, otorgando un espacio para la conversación y socialización de las experiencias de las participantes”.

Capacitación, avances y aprendizajes

Las tres comunidades visitadas son las que tienen avances significativos en la construcción de sus viveros forestales, estas son: la comunidad indígena Mapucachillahue, en la comuna de Río Negro, sector Llahualco; la comunidad indígena Tukuayen inchen mapu, en el sector Trocomo y la comunidad indígena Llaitul Panguinao, en Puerto Octay.

“Nosotras nos estamos proyectando; tenemos plantas que hemos puesto entre todas, vamos a tener el vivero, para después vender. Lo que vamos a necesitar va hacer el riego, y una salita para vender, pero sí nos proyectamos para vender, tener más plantitas y reforestar. Ahora estoy feliz porque es más de lo que yo, alguna vez, me imaginé que podría ser”, dice Aiby Alvarez Oyarzo, beneficiaria de la comunidad indígena Mapucachillahue.

Las mujeres de las cinco comunidades huilliches fueron capacitadas en cestería voqui pilfuco; a través de talleres impartidos por la maestra artesana Olga Cárdenas Pedraza, experta en cestería de balay y voqui fuco. “Dicha experiencia ha permitido a las comunidades aprender de este oficio con la profundidad y sabiduría de una mujer que lleva más de 50 años desarrollando esta técnica ancestral”, dijo Contanza Troppa.

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