Desde el Ministerio de Agricultura, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), Provincial Aysén, lleva tres años desarrollando el monitoreo de cámaras trampa en el Predio Forestal Mañihuales, con el propósito de observar la biodiversidad presente en ecosistemas de referencia y fortalecer los procesos de restauración ecológica. Esta herramienta ha permitido obtener información valiosa sobre la fauna silvestre y orientar las acciones de reconversión de plantaciones de pino oregón (Pseudotsuga menziesii) hacia formaciones de bosque nativo.
El trabajo desarrollado por los funcionarios de Provincial Aysén, CONAF ha permitido avanzar en la recuperación de sectores históricamente dominados por plantaciones exóticas, incorporando especies arbóreas nativas como lenga (Nothofagus pumilio), coigüe (Nothofagus dombeyi), ciruelillo (Embothrium coccineum), raulí (Nothofagus alpina) y roble (Nothofagus obliqua), muchas de ellas producidas en el Vivero El Mallín. Estas acciones buscan restablecer la estructura y funcionalidad del ecosistema, mejorar la conectividad del bosque y, a futuro, ampliar el hábitat disponible para la fauna silvestre.
La instalación de cámaras trampa ha sido clave para este proceso, registrando la presencia de especies de alto valor ecológico y de conservación como el huemul (Hippocamelus bisulcus), puma (Puma concolor), gato de Geoffroy (Leopardus geoffroyi), zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) y chingue (Conepatus chinga). Estos registros confirman la riqueza natural presente en los ecosistemas de referencia y demuestran la importancia de avanzar en la restauración para ampliar el hábitat de estas especies y fortalecer su conservación.
No obstante, los monitoreos también han evidenciado la presencia de especies exóticas invasoras como el visón (Neovison vison) y jabalí (Sus scrofa), y de perros domésticos, lo que representa una amenaza para el equilibrio del ecosistema.
“La información obtenida mediante cámaras trampa no solo tiene un valor científico, sino que también orienta nuestras estrategias de restauración ecológica. Nos permite comprender cómo responden los ecosistemas frente a la intervención y avanzar hacia decisiones de manejo más efectivas para restablecer la conectividad del paisaje”, explicó Gabriela Gómez González, jefa provincial de CONAF Aysén.
Por su parte, Manuel Vargas, jefe del Proyecto GORE en Mañihuales, destacó que “el trabajo con cámaras trampa nos ha permitido conocer la fauna presente en los bosques de referencia y registrar especies que hacía años no se detectaban en el sector. Esto ha sido posible gracias al compromiso del equipo en terreno y al uso de tecnologías que fortalecen la gestión local y la toma de decisiones”.
La restauración ecológica en el Predio Forestal Mañihuales es un esfuerzo sostenido por transformar áreas productivas en paisajes resilientes, capaces de sostener comunidades vegetales y animales propias del bosque templado austral. Los registros obtenidos mediante cámaras trampa se han convertido en una herramienta clave para orientar la planificación territorial, definir prioridades de intervención y reforzar el compromiso de CONAF con la conservación del patrimonio natural de Aysén.




