Detectan nuevas poblaciones de palma chilena  no incluidas en catastro de Región de Coquimbo

Los hallazgos de CONAF realizados en una prospección serán incorporados en el Catastro de Vegetación y Uso de la Tierra de este año, fortaleciendo la conservación de la especie.

Nuevos ejemplares de Jubaea chilensis, conocida comúnmente como palma chilena, fueron detectados a fines de mayo en la provincia de Choapa, Región de Coquimbo, durante una prospección en terreno realizada por CONAF. La actividad tuvo como objetivo actualizar la información sobre la distribución de esta especie en el marco del próximo Catastro de Vegetación y Uso de la Tierra, que será publicado este año.

La prospección de esta especie endémica clasificada en estado “en peligro”, se llevó a cabo en la cuenca del río Quilimarí, con la participación de profesionales del Departamento de Monitoreo, la oficina regional de Coquimbo y la oficina provincial de Illapel.

Hasta el último catastro de 2017, la palma chilena estaba identificada en 53 polígonos dentro de la región, abarcando una superficie aproximada de 3.805 hectáreas. No obstante, las observaciones realizadas recientemente en terreno revelan una mayor presencia de esta especie, especialmente en sectores al norte y sur de Tilama, también por la ruta D-37 y al norte del embalse Culimo.

También se confirmó una alta densidad de palmas en laderas con exposición sur, sureste y suroeste. Varias de estas áreas ya habían sido identificadas en el catastro anterior. En la mayoría de las zonas visitadas, este año, se observó un marcado contraste ecológico: mientras las laderas norte están dominadas por matorral, las laderas sur presentan un denso bosque esclerófilo.

A partir de estos hallazgos, se proyecta un aumento en la superficie identificada con presencia de palma chilena en la provincia de Choapa, lo que permitirá incorporar nuevas áreas como Tipo Forestal Palma en el próximo catastro.

Estas acciones de monitoreo resultan fundamentales para mejorar el conocimiento y la gestión vegetacional del país, y además contribuyen a orientar futuras estrategias de fiscalización, restauración ecológica y conservación del bosque esclerófilo, del cual la palma chilena es una de sus especies más representativas.

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