Revista Chile Forestal N° 401

4 / Chile Forestal reducción de emisiones. Asimismo, fuera de las negociaciones se crearon acuerdos para reducir en 30% las emisiones de metano y detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra al 2030. Sin embargo, los compromisos alcanzados en la COP26 son insuficientes para revertir la crisis climática actual e intentar contener el aumento de la temperatura media de la tierra en 1.5°C, en línea con el llamado del IPCC del octubre pasado. En América Latina, las propuestas climáticas son “altamente insuficientes” en Brasil, México, Argentina, Colombia, e insuficientes en Chile y Perú, las seis mayores economías de la región. La falta de un verdadero punto de inflexión para salvar el planeta tiene impactos desastrosos en los países menos desarrollados y sobre países como Chile que son considerados como altamente vulnerables al cambio climático. En conclusión, aun cuando se observaron avances, se necesitan acciones urgentes para enfrentar el cambio climático, incluida la transformación hacia sistemas agroalimentarios más ecológicos, inclusivos, resilientes, eficientes y sostenibles, para acabar con el hambre al 2030 (Director General de la FAO). Algunos ambientalistas han calificado la COP 26 como un “fracaso y la más excluyente de la historia”, porque –según ellos- no tomó en cuenta la opinión de las personas que viven en las zonas del mundo más vulnerables al cambio climático. ¿Comparte ese juicio? –Las restricciones y limitaciones, debido a la pandemia, aumentaron la desigualdad en cuanto a la representación de organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas, organizaciones de mujeres, entre otros, en las negociaciones de esta COP. Para FAO, la inclusión en las negociaciones de los grupos más vulnerables al cambio climático es sin duda un elemento fundamental para la transparencia de los procesos y para llegar a acuerdos que incluyan las preocupaciones de las comunidades y grupos que se ven afectados por esas decisiones. Es fundamental contar con la participación de los países del sur global, especialmente los países menos adelantados y pequeños Estados insulares en desarrollo, ya que son quienes más reciben los impactos del cambio climático (FAO, 2020; FAO, 2019). Es clave lograr una acción climática justa que pueda dar espacio a las comunidades y los pueblos indígenas. Por ejemplo, los pueblos indígenas y tribales son buenos guardianes de los bosques en sus territorios, ya que en promedio estos se han conservado mejor que otros bosques de América Latina y el Caribe (FAO & FILAC, 2021). La inclusión de estos grupos ayuda la protección de los ecosistemas, que están constantemente amenazados por la expansión de la frontera agrícola y de las actividades extractivistas. Durante la conferencia se hicieron muchos anuncios. Uno de los más importantes fue el compromiso adquirido por los líderes de más de 120 países, entre ellos Chile, quienes se comprometieron a poner fin a la deforestación para 2030. ¿Qué rol les asigna a los bosques frente el cambio climático? –El manejo sostenible, la reforestación y la recuperación de los bosques son claves para la acción climática porque apoyan la mitigación, proveen servicios ecosistémicos y generan beneficios económicos para las comunidades. Chile hizo de los bosques uno de los pilares fundamentales de su política de cambio climático: en la NDC de 2020 el país se comprometió al manejo sostenible y a la recuperación de 200.000 ha de bosques nativos, a la forestación de 200.000 ha adicionales y a la reducción de las emisiones por degradación y deforestación del bosque nativo en un 25% al 2030 (MMA, 2020). Así pues, el sector Uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura (UTCUTS) es el único sumidero de gases de efecto invernadero en el país, contabilizando -63.992 ktCO2 (MMA, 2020). En reconocimiento de la importancia de los bosques para la acción climática, la FAO ejecuta con CONAF el proyecto +Bosques de Pagos Basados en Resultados REDD+. Chile se adjudicó este proyecto por haber demostrado la reducción de 6.136.473 toneladas promedio anuales de CO2 equivalentes entre 2014-2016, mediante la reforestación, restauración y manejo sustentable de los recursos vegetacionales (enfoque REDD+). El proyecto involucra un presupuesto de USD 63.607.552 para la ejecución de acciones de

RkJQdWJsaXNoZXIy MjA1NTIy