Conaf - Ministerio de Agricultura



27 de noviembre, 2018

Gracias a CONAF pueblo de Esquiña va tras la recuperación del guacano

Primera forestación grupal de especie nativa, que se logró reproducir por semillas en vivero Las Maitas. Lluta también recibió su cuota, gracias al Programa de Arborización Un Chileno, Un Árbol, creado por el presidente Piñera.

CONAF

A la comunidad de Esquiña se les complicó este año hacer el tradicional arreglo de Semana Santa en la iglesia, porque ya casi no hay  guacanos.  El único árbol de esta especie que les queda frente al pueblo está en una ladera de difícil acceso y costó disponer de las ramas que utilizan para ese efecto durante la festividad religiosa.

Esa fue la razón por la cual don Dagoberto Mamani tuvo la idea de acudir a CONAF y su Programa de Arborización Un Chileno, Un Árbol, y consultar si había disponibilidad de la especie la que científicamente se conoce como Morella pavonis, nuevo nombre  que se le dio a la Myrica pavonis, con el que figura en el Decreto Supremo 68 del Ministerio de Agricultura, que lista a las especies nativas originarias del país.

Si don Dagoberto hubiese hecho la petición hace unos dos a tres años le habría ido mal, porque en ese entonces CONAF recién estaba comenzando los primeros ensayos para reproducir la especie en el vivero Las Maitas, luego de colectar semillas en el valle de Lluta, donde también crece en los sectores húmedos aledaños al río.

Esa característica es la que le hace decir al encargado del vivero, Gustavo Morales, que “al guacano le gusta tener los pies en el agua”, cuando dio una charla en el marco de la ceremonia previa a la plantación de 12 guacanos en este pueblo precordillerano de la comuna de Camarones conocido también por su Fiesta del Cordero, que celebran el mes de agosto y cuyas calles, rompiendo el sistema habitual, llevan los nombres de coterráneos que se preocuparon por el desarrollo del lugar en tema como el alumbrado, el agua potable, la escuela o los caminos.

Victoria Mamani, presidenta de la junta vecinal, agradeció la llegada de los guacanos, que “son esenciales para nuestras festividades” dice y cuenta que una avalancha ocurrida hace unos cuatro años arrasó con la mayoría.  En tanto otros vecinos recuerdan que también una quema descontrolada incendió sectores donde había árboles.

El trabajo de reproducir las semillas no fue sencillo.  Según explica el director regional de CONAF, Héctor Peñaranda, fue un esfuerzo de ensayo y error, hasta que se logró éxito, gracias a la labor de los viveristas.  Otra dificultad para conseguir especies viables es que los árboles pueden ser machos o hembras, por tanto sólo algunos darán semillas factibles de reproducirse.

La primera jornada de forestación grupal de guacanos contó con el fuerte apoyo de los profesionales del Servicio País, Ignacio Cofré Lira y Carla Lague Alcayaga, quienes aportan a fortalecer una identidad turística para Esquiña.  La plantación fue comunitaria, ya que todos ayudaron a establecer los árboles, incluso las niñas y niños de la Escuela, junto a su profesor Joel Cáceres, quienes prepararon un número artístico con claros mensajes ecológicos, tales como: “Planta árboles”, “El agua es vida”, “Cuida el medioambiente”, “Utiliza las 3R” (reutilizar, reducir, reciclar) y obsequiaron un regalo con el cartelito “¡Guacano!, bienvenido a Esquiña”.

En tanto, a la par de esta primera plantación grupal, el programa Arborización de CONAF, entregó también durante la semana, otros 30 guacanos entre residentes del valle de Lluta, la idea es intentar recuperar la especie, actualmente declarada vulnerable,  y ahora velar por su cuidado ya sea de quemas o uso indiscriminado, como ocurrió en el pasado.

La primera jornada de forestación grupal de guacanos contó con el fuerte apoyo de los profesionales del Servicio País.

La primera jornada de forestación grupal de guacanos contó con el fuerte apoyo de los profesionales del Servicio País.

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