Revista Chile Forestal N° 401

2 / Chile Forestal EDITORIAL Cuando el telón de la Conferencia sobre el Cambio Climático, la COP26 ya ha caído y sus resultados han sido calificados como pequeños y grandes avances en la lucha contra el calentamiento global, y aunque se mantiene el objetivo de intentar contener el aumento de la temperatura media de la tierra en 1,5 grados, como marca el Acuerdo de París, muchas cuestiones continúan sin resolver y los compromisos siguen sin tener la suficiente ambición como para alcanzar tal objetivo. A pesar de ello durante la conferencia se hicieron muchos anuncios. Uno de los más importantes fue el compromiso adquirido por los líderes de más de 120 países, entre ellos Chile, quienes se comprometieron a poner fin a la deforestación para 2030. Esta noticia es muy alentadora, no solo porque los países firmantes representan el 90 por ciento de los bosques del mundo, permitiendo de esta forma que los bosques logren desarrollar todo su potencial como sumideros de carbono, sino que al mismo tiempo reafirma que nuestro país, ha ido por la senda correcta. Chile mediante sus acciones insertas en la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, que lleva a cabo CONAF, instrumento de políticas públicas destinado a enfrentar el Cambio Climático a través de medidas enfocadas en la gestión adecuada de los recursos vegetacionales ha permitido que diversas comunidades del territorio nacional hayan disminuido la vulnerabilidad que genera el cambio climático por medio del enfoque REDD+. Dentro de estas iniciativas se encuentra el proyecto +Bosques, financiado por el Fondo Verde para el Clima, que es el primero de pago por resultados que ejecuta FAO y uno de los primeros proyectos, de estas características, en el mundo. Se trata de uno de los proyectos de gestión forestal más grande de Latinoamérica, que ya iniciado sus trabajos en gestión forestal sustentable en más de 25 mil hectáreas entre las regiones de El Maule y Los Lagos. Las acciones de +Bosques se concentran en; reforestación y/o revegetación; restauración ecológica y/o de ecosistemas afectados post incendios forestales; silvicultura preventiva; que busca reducir el daño potencial del fuego al actuar de antemano sobre la vegetación y ordenación y dendroenergía a través del cual se diseñará un modelo funcional de ordenación forestal en un contexto de cambio climático y lucha contra la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía. + Bosques es una iniciativa estratégica para la contribución a la mitigación del cambio climático a través del aumento de la captura de CO2. Por la implementación del proyecto, las actividades de manejo sostenible y recuperación forestal podrían alcanzar las 40.000 toneladas CO2 equivalente por año para el 2030, mientras que las actividades de forestación y restauración forestal podrían llegar a 256.000 toneladas CO2 equivalente por año para el 2030. Pero nuestra satisfacción va mucho más allá del proyecto +Bosques, ya que dentro de las gestión forestal desarrollada en este tiempo de pandemia, figura también el programa de reactivación económica que lleva adelante CONAF, iniciativa del Gobierno de Chile que busca estimular la economía y la generación de empleos, a través de la recuperación de los ecosistemas forestales. Esta iniciativa está orientada a pequeños y medianos propietarios que deseen recuperar o restaurar sus terrenos, a través del establecimiento o mejoramiento de los bosques. Entre las acciones priorizadas por el programa de reactivación se encuentran: la recuperación de los ecosistemas nativos alterados, la reconversión de plantaciones exóticas a nativas, la forestación con especies nativas y la protección de suelos, humedales, cabeceras de cuenca y cuerpos de agua. El programa considera una intervención superior a las 24.000 hectáreas, entre Coquimbo y Magallanes, que representa una inversión cercana a los M$21.000.000, lo que se traduce en una generación potencial de cerca de 16.300 empleos directos y más de 10.800 beneficiarios. Estas acciones en el ámbito forestal, con la mirada puesta en el territorio, en nuestras comunidades, y al observar lo que ocurre en el marco de la COP26 donde hemos sellado un compromiso para revertir la destrucción de nuestros bosques con un horizonte puesto en el 2030, nos permite decir con convicción que vamos por la senda correcta hacia un desarrollo sostenible y de una transformación rural inclusiva. Chile, bosques y cambio climático: POR LA SENDA CORRECTA

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