Revista Chile Forestal N° 395, agosto - septiembre 2020
Chile Forestal / 33 CONSERVACIÓN V iajar puede ser una forma de conocer nuevas culturas y paisajes, pero también puede cambiar nuestro entendimiento del mundo. Hemos escuchado muchas historias sobre grandes expediciones, como el viaje de Darwin en el Beagle, del cual se sacaron conclusiones que cambiaron la forma de entender la naturaleza y quedaron reflejadas en “El origen de las especies”. Me gustaría contaros sobre la expedición en la que se basa mi tesis doctoral y de las maravillosas tierras que, gracias a ella, he llegado a conocer. ¿Me acompañáis? No creo que sea muy diferente de muchas de las expediciones científicas que se llevan a cabo, pero sí creo que tiene algo de especial. Íbamos buscando organismos poco conocidos y estudiados, pero que tienen un papel clave en los ecosistemas: los líquenes (figura 1). Por si no habéis oído hablar de ellos, los líquenes se definen como la estrecha asociación mutuamente beneficiosa (simbiosis) que tiene lugar entre un hongo (micobionte) y una o más parejas fotosintéticas (fotobionte), que pueden ser algas verdes o cianobacterias. En los últimos años han sido descritos más organismos que forman parte de esta simbiosis, como levaduras y bacterias, lo que hace que los líquenes sean considerados ecosistemas en miniatura. Los líquenes tienen una cualidad única que muy pocos organismos en el planeta poseen, son poiquilohidrícos, lo que significa que no pueden regular de forma activa su balance hídrico a pesar de que necesitan estar hidratados para activarse fisiológicamente. Por este motivo, su capacidad para DESCUBRIENDO LAS COMUNIDADES DE LÍQUENES DE LOS BOSQUES DE LENGA CHILENOS Figura 1. Comunidades de líquenes sobre lenga (No- thofagus pumilio). Imágenes de Manuel Rojo. Po r: Clara Rodríguez Arribas estudiante de doctorado en la Universidad Rey Juan Carlos en España Mapa 1. Área de estudio con los puntos muestreados.
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