Revista Chile Forestal N° 394, junio - julio 2020

2 / Chile Forestal EDITORIAL PERSONAS, BOSQUES Y BIODIVERSIDAD L a pandemia que afecta hoy a la humanidad ha deve- lado una serie de situaciones que el hombre nunca antes se cuestionó. La crisis del COVID-19 ha puesto de relieve la importan- cia de conservar y utilizar de manera sostenible los recur- sos naturales, reconociendo que la salud de las personas está vinculada a la salud de los ecosistemas. Según un estudio elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en asociación por primera vez con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y con la aportación técnica del Centro Mundial de Vigilan- cia de la Conservación (CMVC) del PNUMA, los bosques cubren el 31% de la superficie terrestre mundial. De ahí que resulta fundamental proteger los bosques, ya que albergan la mayor parte de la biodiversidad terrestre del planeta. Este informe muestra que los bosques contie- nen 60.000 especies diferentes de árboles, el 80% de las especies de anfibios, el 75% de las especies de aves y el 68% de las especies de mamíferos de la Tierra. Aproximadamente la mitad del área forestal está relati- vamente intacta, y más de un tercio es bosque primario, es decir, bosques regenerados naturalmente de especies nativas, donde no hay indicios visibles de actividades hu- manas y los procesos ecológicos no se alteran de forma significativa. Los autores advierten que desde 1990 se han perdido unos 420 millones de hectáreas de bosque por conver- sión a otros usos de la tierra, aunque la tasa de deforesta- ción ha disminuido en las últimas tres décadas. Sin embargo, los expertos llaman a no bajar la guardia, dada la serie de beneficios que nos otorgan nuestros bosques. De hecho existen millones de personas en todo el mundo que dependen de los bosques para su seguri- dad alimentaria y sus medios de subsistencia. Los bosques proporcionan más de 86 millones de em- pleos verdes. De las personas que viven en la pobreza extrema, más del 90% depende de los bosques para obtener alimentos silvestres, leña o una parte de su sus- tento. Esta cifra incluye a ocho millones de personas en condiciones de extrema pobreza y dependientes de los bosques, sólo en América Latina. En este mismo sentido, hoy se requiere que los bosques nos sigan aportando en mejorar la calidad de vida de las personas. Puntualmente en Chile, como en gran parte del planeta, el COVID-19 no solo ha traído muertes y en- fermedad, sino también problemas económicos y socia- les que se han desencadenado. Como CONAF trabajaremos en tres programas que bus- can la reactivación económica del país, a través de distin- tas actividades que contribuirán a generar empleo. Las iniciativas que desarrollaremos son: Programa de preven- ción y combate de incendios forestales. Las acciones en este ámbito apuntan a anticipar faenas de mitigación y de prevención. El segundo programa está enfocado en las áreas silvestres protegidas, donde se busca mejorar las instalaciones de las unidades y dar facilidades en el ingreso de turistas para que lleguen a estos lugares, au- mentando así el número de visitación. Estimamos que de esta manera, una vez terminada la pandemia, las perso- nas requerirán de espacios y acudirán a la naturaleza, re- cuperando el estado de confort y de alegría. Igualmente, trabajaremos en un tercer programa relacionado con el fomento forestal. Para ello, durante los años 2020-2021, a través de 25 mil hectáreas de forestación, generaremos empleo, al tiempo de establecer una significativa super- ficie plantada. Esta iniciativa la realizaremos en una zona importante del país, beneficiándose las regiones de Val- paraíso, O´Higgins, Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía. La importancia de los bosques para las personas no es nueva. Sin embargo, en ocasiones debe pasar algo que nos impacte fuertemente, como esta crisis sanitaria, que nos escarmienta y nos hace reconocer en forma más enérgica la función basada en la naturaleza en cuanto a que los bosques representan numerosos desafíos para el desarrollo sostenible. Tenemos que aprovechar este impulso para catalizar iniciativas valientes destinadas a impedir, detener y revertir la pérdida de los bosques y de su biodiversidad en beneficio de las generaciones pre- sentes y futuras de toda la humanidad. CORPORACIÓN NACIONAL FORESTAL

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