Revista Chile Forestal N° 394, junio - julio 2020

Chile Forestal / 27 que usualmente caen prematuramente, y aquellas que sobreviven y continúan su desarrollo, tienen un alto porcentaje de piñones vanos, reduciéndose considerablemente el rendimiento de piña a piñón blanco. La menor producción se vería agravada por el cambio climático. En Chile, la especie ha mostrado una buena adaptación agroecológica, con áreas potenciales de cultivo que superarían 4.8millones de hectáreas para la producción de piñones. El buen desempeño de la especie en términos de crecimiento y productividad se ha traducido en más de mil hectáreas plantadas en los últimos años. Además, pino piñonero muestra buen estado sanitario, habiéndose detectado recientemente en el país L. occidentalis , sin efectos negativos en la especie por el momento. Por todo lo anterior, el cultivo de esta especie -por sí sola-, puede generar interesantes impactos positivos a nivel económico, social y ambiental. Por otra parte, los hongos micorrícicos del género Tuber son conocidos porque algunas especies producen trufas comestibles consideradas como manjares, reconocidas a nivel social, cultural y comercial. Las trufas blanca ( T. magnatum ) y negra ( T. melanosporum ), alcanzan precios muy altos; les siguen con precios inferiores la trufa de otoño ( T. uncinatum ) y la trufa de verano ( T. aestivum ) de la familia de las trufas negras, y la trufa de Borch o de primavera ( T. borchii o T. albidum ), de la familia de las trufas blancas. Algunas de estas trufas ya se cultivan, y se están realizando esfuerzos para cultivar otras, entre ellas la trufa de Borch, especie muy apreciada por su perfume aromático y con toques de ajo, con excelentes propiedades culinarias y múltiples usos, incluidas las conservas, el paté y el queso trufado. Se comercializa en el mercado mundial a € 150-400/kg, y presenta una mayor amplitud ecológica de cultivo que la trufa negra, además de la posibilidad de asociarse con varias especies hospederas, entre ellas P. pinea, con la que establece una relación simbiótica altamente productiva. Cabe señalar que la trufa blanca, la más cara del mundo, no se ha podido cultivar artificialmente en ningún país, a pesar de los esfuerzos realizados desde hace décadas. La trufa de Borch se desarrolla bien en suelos de textura arenosa o franco arenosa, aunque también le favorecen los de textura franca o arenosa; suelos arcillosos y muy limosos no son adecuados. Prefiere suelos de pH 6,5 - 8,5, aunque también puede crecer Trufa de Borch: cuerpo fructífero arriba y sección trans- versal (centro) y (abajo) esporas retículo-alveoladas de Tuber borchii Fotografías Dr. Gianluigi

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