Conaf - Ministerio de Agricultura



10 de noviembre, 2016

En Aysén CONAF mantiene y profundiza trabajo por enfermedad que afecta huemules

El diagnóstico de la enfermedad señalada representó un hallazgo de gran importancia, pues se trata de una situación de transmisión del ganado doméstico al huemul.

CONAF

Tras comprobarse la muerte de dos ejemplares de huemul, probablemente por la enfermedad conocida como Linfoadenitis caseosa, causada por la bacteria Corynebacterium pseudotuberculosis, presente en ovejas y cabras, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), y los demás organismos pertinentes, han mantenido y redoblado el trabajo de supervisión e intervención, cuando se requiere, sobre la población de huemules en la Reserva Nacional Cerro Castillo, donde se estima la presencia de cerca de 40 ejemplares.

Tal como se informó hace aproximadamente un año, a partir de una muestra obtenida de un absceso que presentaba el ejemplar macho adulto bautizado como “Blanco”, se diagnosticó esta enfermedad, que según la identificación genética de la cepa se trata de la misma que causa esta enfermedad en ovejas y cabras. En todos los documentos que hacen alusión a los problemas de conservación del Huemul, se indica que las razones por las cuales se encuentra amenazado, tienen que ver con la destrucción u ocupación del hábitat, el hostigamiento y ataque de perros, la caza ilegal y la transmisión de enfermedades desde el ganado doméstico.

El diagnóstico de la enfermedad señalada representó un hallazgo de gran importancia, pues se trata de una situación de transmisión del ganado doméstico al huemul y que se evidencia, al menos en algunos individuos, en la formación de los denominados abscesos (aumentos de volumen o protuberancias) donde se desarrolla la bacteria. La Linfoadenitis caseosa, en el ganado doméstico, es una enfermedad que tiene una baja mortalidad, pero que por otra parte, puede tener alta tasa de morbilidad (alta tasa de animales contagiados) si se dan las condiciones para ello (deficiente manejo del ganado, heridas y diseminación de la bacteria). A nivel nacional, no se tiene conocimiento de cómo se comporta esta enfermedad en los huemules y esa es la preocupación principal en la actualidad.

En la Reserva Nacional Cerro Castillo, CONAF centró el seguimiento en 6 individuos que poseen radiocollares, lo que se lleva a cabo por parte de los guardaparques. Cinco de estos animales, presentaban signos de la enfermedad (en 2 fue diagnosticada mediante análisis de laboratorio). Uno de esos animales, el “Blanco”, que fue capturado el 15 de octubre de 2015, presentaba un absceso de gran tamaño, que fue tratado según protocolo preestablecido, trasladado a Coyhaique, mantenido en un encierro por 10 días y luego liberado en la misma Reserva Nacional. Este animal presentó una excelente recuperación según los registros y observaciones posteriores realizadas mediante telemetría, que se mantuvieron hasta septiembre de este año. Sin embargo, el mes pasado fue observado con un estado general en franco deterioro y fue hallado muerto al cabo de un par de días. La necropsia del animal, mostró abscesos internos en diversos órganos, además de otros cuadros patológicos o complicaciones multibacteriales, además de un estado general francamente deteriorado. No es posible afirmar que la enfermedad (LAC) sea la causa primaria de la muerte, pero sin duda que alguna responsabilidad le cabe.

Además, la primera semana de noviembre, se observó a una hembra, no identificada con anterioridad en el sector, que presentaba un estado general tan crítico como el ejemplar anteriormente mencionado. Esta hembra murió el día sábado, practicándosele la necropsia y la causa de muerte es igualmente incierta, pero presentaba abscesos compatibles con la enfermedad, además de otras patologías, entre ellas, dos quistes hidatídicos en sus pulmones.

El director regional subrogante de CONAF, Marcelo Dörner, señaló que “desde el descubrimiento de la enfermedad el año pasado, CONAF ha realizado un monitoreo permanente de la población de huemules en la Reserva para ir detectando otros animales enfermos, observando la evolución de los animales marcados. Es propio que estos dos casos levanten una voz de alarma frente al estado sanitario de la población de huemules de la Reserva Nacional Cerro Castillo y sin duda son tema de preocupación. Ese es precisamente el foco de la atención actual, el seguimiento de los animales que han presentado signos y que están ahora en buen estado, de modo de conocer la evolución que presentan. Sumado también a las acciones fuera del área silvestre que se deben realizar para impedir la diseminación y contagio de la enfermedad a los huemules”.

CONAF, como siempre, se ha coordinado con los otros servicios y con la ciencia para comprender los procesos que conllevan al desenlace de estos casos y sólo luego de ello será posible tener antecedentes para definir qué es lo más conveniente de hacer. Lo que está claro, es que se trata de la transmisión de enfermedades desde el ganado hacia el huemul, por lo que además de preocuparnos cómo evolucionan, debemos también comenzar a abordar el manejo sanitario del ganado que rodea a las áreas silvestres protegidas privadas y públicas, para prevenir otras situaciones. En este caso, el trabajo con los ganaderos es fundamental no solo para prevenir la transmisión de enfermedades hacia el huemul, sino que tal trabajo también contribuiría a mejorar su actividad económica.

Como contraposición a estos 2 casos de animales muertos, es bueno también tener en cuenta que la población de huemules asociada a la ruta 7 en la Reserva Nacional Cerro Castillo, donde según monitoreos se estima entre 30 y 40 animales, la mayoría de los cuales no exhibe en la actualidad signos de la enfermedad. Todos los años se observan hembras con crías y no existen indicios que la población esté disminuyendo, a pesar de lo impreciso de las cuantificaciones. Este aspecto es destacable, aun cuando es posible que algunos individuos, por razones propias de su metabolismo, acceso a alimento o factores azarosos, se vean perjudicados en su condición corporal y, por lo tanto, sufran un desenlace como el observado en los 2 ejemplares descritos.

Es pertinente señalar que una población de fauna silvestre, en general, no puede ser objeto de captura, encierro y tratamientos prolongados, pues el stress que ello representa, probablemente significará un deterioro mayor que la propia enfermedad. Sólo se podría justificar si la evolución mayoritaria de los individuos sugiere una muerte altamente probable, situación que no corresponde a la realidad hasta el momento. De ahí la importancia de mantener el monitoreo y de la colaboración de personas interesadas y competentes en el tema.

La región de Aysén y su gente, tiene una gran responsabilidad a nivel mundial, dado que en esta zona tenemos la mayor población de huemules del mundo, lo cual significa que cada actor de la comunidad debe hacer lo suyo, es decir aportar a mejorar las prácticas y nuestro comportamiento ambiental, para gozar de los atractivos de las áreas silvestres protegidas del Estado y su fauna, como el conducir a velocidad prudente, no tirar basura en la carretera ni ingresar mascotas y, por último, es imprescindible que mejoremos nuestras prácticas pecuarias más allá de lo que afecta económicamente al ganadero, pensando que quizás una enfermedad del ganado puede ser mortal para la vida silvestre y en específico para el huemul.

Claramente este es un trabajo que no se realiza a corto plazo, y CONAF agradece el esfuerzo y preocupación de la ciudadanía por este aspecto. CONAF destaca que en el sector correspondiente a la Reserva Nacional Cerro Castillo, se ha mitigado el daño por atropellamiento, que sucedían recurrentemente en la carretera. Hoy llevamos más de 700 días sin que ello suceda. Como Estado, CONAF, institución responsable de esta unidad, seguirá indagando y buscando los antecedentes que permitan seguir profundizando y conociendo los aspectos sanitarios que afectan directa e indirectamente a las poblaciones de huemules presentes en nuestras áreas silvestres protegidas del Estado en la Región de Aysén.

En la población de huemules asociada a la ruta 7 en la Reserva Nacional Cerro Castillo, donde se estiman entre 30 y 40 animales, la mayoría no exhibe en la actualidad signos de la enfermedad.e la población de huemules asociada a la ruta 7 en la Reserva Nacional Cerro Castillo, donde según monitoreos se estima entre 30 y 40 animales, la mayoría de los cuales no exhibe en la actualidad signos de la enfermedad.

En la población de huemules asociada a la ruta 7 en la Reserva Nacional Cerro Castillo, donde se estiman entre 30 y 40 animales, la mayoría no exhibe en la actualidad signos de la enfermedad.

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