4 de junio, 2015

Comenzó proceso participativo para Estrategia Nacional de Cambio Climático

En esta etapa se trabajará con comunidades locales y pueblos indígenas.

La Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (ENCCRV) liderada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), contempla dentro de sus resultados el seguimiento y cumplimiento de salvaguardas sociales y ambientales, según exigencias nacionales e internacionales, razón por la cual a través del proceso participativo denominado “Evaluación Social y Ambiental Estratégica” se realizarán instancias participativas a nivel regional con todos los actores relevantes asociados a los recursos vegtacionales del país, asegurando integrar de forma plena y efectiva sus visiones, intereses y derechos como partes interesadas, principalmente de las comunidades locales y pueblos indígenas de todo el territorio nacional que se relacionan con el bosque en zonas rurales.

La Unidad de Cambio Climático y Servicios Ambientales (UCCSA) de la Gerencia de Desarrollo y Fomento Forestal, instancia encargada a nivel nacional de la ENCCRV, en conjunto con la Unidad de Asuntos Indígenas y Sociales (UAIS), ambas de CONAF, finalizaron una serie de reuniones de coordinación con todos los Coordinadores Regionales de Cambio Climático de la Corporación durante abril y mayo, con el propósito de planificar y dar inicio a los talleres bajo el desarrollo de la Evaluación Social y Ambiental Estratégica que respaldará la futura implementación de la ENCCRV. Específicamente, el proceso de inclusión participativa de la ENCCRV, es coordinado por la Unidad de Asuntos Indígenas y Sociales (UAIS), liderada por Guido Aguilera, quién expresó que este proceso “constará de 15 talleres regionales para concluir con un taller nacional en la ciudad de Santiago, los cuales se llevarán a cabo entre los meses de Julio 2015 a Marzo de 2016, para posteriormente continuar con una Consulta Indígena a nivel nacional según lo estipulado en el Convenio N°169 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por Chile el 15 de Septiembre de 2008”.

Según detalló Aguilera, la metodología a utilizar en el marco de los talleres participativos “se basa en el levantamiento de mapa de actores regionales que representan distintos sectores de la sociedad y que deben contemplarse en este proceso, considerándose, entre otros a los Pueblos Indígenas, pequeños y medianos propietarios, sector privado, empresas forestales, Organismos No Gubernamentales (ONG), académicos, sector público, así como también consultores y extensionistas forestales, considerando la participación de la mujer con una representación adecuada en todos los sectores para asegurar la transversalización de género en el proceso en su conjunto”. Además, Aguilera manifestó que “en cada uno de los sectores, se asegurará la representatividad de los distintos actores que tiene cada región, debatiendo aspectos como la importancia del cambio climático y sus impactos en las zonas forestales y rurales, las causales de la degradación y deforestación de los bosques y las posibles soluciones ante estos problemas, la priorización de indicadores para el correcto seguimiento y control de la fase de implementación de la Estrategia, entre otras temáticas relevantes que surjan del diálogo resultante de estas instancias”.

Por su parte, el Jefe de la Unidad de Cambio Climático y Servicios Ambientales (UCCSA), Angelo Sartori, resaltó la importancia de los insumos y resultados que se obtendrán del proceso participativo, ya que “se requiere un conocimiento y aceptación amplia de los actores claves para lograr el propósito fundamental de la Estrategia, el que pretende integrar los mecanismos nacionales normativos y de fomento forestal más tradicionales que operan en el país con esquemas de pagos por servicios ambientales que en el futuro permitan al Estado brindar una retribución a aquellas personas que dependen directamente de los bosques, formaciones xerofíticas o suelos susceptibles de plantar”. La idea, según expresó Sartori, es que la retribución esté sujeta a resultados verificable mediante mediciones asociadas a los servicios ambientales que entreguen los recursos vegetacionales, como son la reducción y captura de carbono, la mantención e incremento de la disponibilidad de los recursos hídricos, la recuperación y conservación de suelos, y el aumento de la biodiversidad, entre otros que puedan definirse posteriormente y que cada vez cobran mayor relevancia en la sociedad chilena, dado por ejemplo, por hechos objetivos como los altos niveles de erosión de muchos suelos ya improductivos y los cada más frecuentes episodios de sequía, elementos que se han ido instalando de forma creciente en la conciencia colectiva de la sociedad y que bien podrían llevar a valorar y valorizar nuevos servicios ambientales en el futuro.

Para concluir, el Director Ejecutivo de CONAF, Aáron Cavieres, ha respaldado este proceso participativo, señalando que la “Evaluación Social y Ambiental Estratégica que se está aplicando para la formulación de la ENCCRV, es el instrumento que une el cumplimiento de los convenios y acuerdos internacionales con la legislación chilena en materia social y ambiental”. Además, mencionó que este proceso participativo “proporcionará insumos para la formulación de proyectos de leyes nacionales para el sector, los que sin duda deben integrar aspectos planteados en instancias internacionales como los lineamientos de la Convención de Cambio Climático y de la Convención de Lucha contra la Desertificación, lo que en este caso estará resguardado por la participación de actores claves que delimitarán el diseño e implementación de la ENCCRV en pos de establecer en el futuro, un mecanismo estatal que facilite el acceso de propietarios de bosques, formaciones xerofíticas y suelos factibles de forestar, a los beneficios asociados a los servicios ambientales de los ecosistemas forestales y vegetacionales”.

 

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