25 de febrero, 2015

Autoridades visitan brigadas que combaten incendio en precordillera de Curicó

El incendio en Potrero Grande era el único que se mantenía activo en la región del Maule.

360 hectáreas afectadas por el fuego. Ese es el saldo que hasta este viernes dejaba el incendio que afecta desde el pasado martes  a Potrero Grande, localidad perteneciente  a  las comunas de Curicó – Romeral.

El combate del siniestro, que ha movilizado a cien brigadistas de CONAF, ha sido constantemente monitoreado por las autoridades de la región. De hecho, la directora regional de CONAF, Andrea Soto Valdés, junto al gobernador (s) de la provincia de Curicó, Abraham Vega, visitó al personal que trabaja incesantemente para extinguir las llamas.

“Para nosotros como corporación es imprescindible estar en terreno. No solo porque necesitamos conocer el estado real de la situación para disponer las medidas adecuadas; también porque es importante dialogar con los brigadistas que en definitiva ejecutan el trabajo duro de control del fuego. Su labor merece ser destacada ya que es un trabajo de gran beneficio para la comunidad”, resaltó Soto Valdés, quien además realizó un sobrevuelo para informarse en primera línea, del avance de las llamas.

Por su parte, Abraham Vega, gobernador (s) de la provincia de Curicó destacó el trabajo coordinado de los organismos de la Defensa Civil, CONAF y ONEMI, quienes han laborado arduamente para controlar la situación.

En las faenas para terminar con el incendio, también se ha desplegado la ONEMI. Su director regional, Carlos Bernales, estuvo en Potrero Grande, coordinando en terreno la acción conjunta con CONAF.

“Como Oficina Regional de Emergencia, estamos colaborando en la coordinación para ayudar a CONAF con lo que necesite. Trabajamos planificadamente, tenemos tres helicópteros, además de una aeronave que ha sido gestionada por nuestra oficina”, detalló.

Espíritu intacto entre los brigadistas
Colaboraron en otras regiones del país – Biobío específicamente – han debido lidiar con las altas temperaturas, las adversas condiciones topográficas de la precordillera del Maule, el viento que muchas veces dificulta aún más su accionar, pero su espíritu se mantiene inalterable.

Ese es el ánimo que los propios brigadistas, dicen tener, para hacer frente a los incendios que se han declarado en la temporada estival. David Valdés Lara, encargado de herramientas y mantención, destaca el grado de cohesión que han alcanzado las brigadas que trabajan en la región.

“El equipo está muy unido. Somos como los mosqueteros, uno para todos y todos para uno. Eso nos ha ayudado a fortalecernos como grupo. Esta es mi segunda temporada trabajando en el control de incendios y espero volver a hacerlo”.

Mirada que comparte Natali Labraña, radioperadora de la unidad Maqui 6 y la única mujer entre los 100 brigadistas que se desempeñan en Potrero Grande. “La experiencia es muy bonita, gratificante porque ves que estás haciendo algo bueno. En esta fecha empiezan los incendios de cordillera, que son muy conflictivos y peligrosos para la gente que trabaja en terreno pero me siento optimista porque sé que trabajamos con un buen personal”.

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